La luna
Claraoscura metáfora de lo incierto mira
Apaga los escombros de esta vida servil
El pueblo juega a no padecer la inmundicia
Bella melodía diáfana que padece
Fiel costumbre de caminar entre los andamios
Aturdidos
Profesiones que llaman
Los incendios son poco factibles de ser abarcados
El diario
Un papel infausto
Melancólico, pobre
Ese que ya largó su edema por la boca
Discurso mezcla de fantoche y estofado seco
La mentira aquí es la única verdad
Ese
Charla por teléfono con el hablaescribe de la gobernación
Alienación en las tormentas de su nube
Escribe lo que le dictan
Las consciencias son lombrices secas
Yo me someto a tres sesiones de Charly
No
Digna palabra de insigne supervivencia
Columna vertebral de lo apocalíptico
Todos ríen en el cuadrilátero de la desidia
Nadie
Sabe más de lo que le dan
Y ese dislocado discurso
Agnóstico y servicial a la mierda
Come sus vísceras
Sin que nadie
Ni yo
Un don nada
Imagine el asidero
De rasgar la porquería
Tan cerca
Tan fetiche
No he dormido por más que todo sea una playa irreal, la que nos muestran desde ayer. Empiezo a acelerar el disparador de música. Sacudo la realidad. Calculo sofismas. Sucumbo a mi falta de ideas. Nada puedo decir ante este espejo que se queja de lo que no parece, de lo que ni siquiera es. No. Dejad que los ambiguos no lo sepan. He roto cadenas. He marchado a lo profundo. He parido la soledad quieta.
Nadie habló hoy. Los huecos del sonido, sin nada, son las melodías que disfrazan la costumbre. Por eso, alguien abrió el ojo en medio de la tormenta de letras. Y no supo, ni algún infeliz entendió, quién carajo dijo: “A este no se lo toca”.
Lo bueno lo malo, todo en la misma incursión se mezclan en mi boca de fuego. Ya poco calculo mi pasado y resigno el presente. Casi nadie prefiere el futuro. Me estoy pegando duro, siempre.
El comehígado de la habitación de
El desafío es siempre.
El área esta llena de lombrices vagas
La mirada es repulsiva
Mi embriaguez obnubila el instante
No le temo demasiado al vacío
El día le dio fuerte al que no debía
Y ahora el juez tendrá que dictaminar
Si los honores se buscan
Si el karma no es más que la nada
Un arriesgo al ostracismo
Una manera vil
De perderse en la realidad condicionada
Allá, uno se llena de oro
Consume tripas
Esquiva el aporte
No deja opción
Amordazado vive
Como los que nunca quisieron
Jugar en las lides donde se mete hasta el alma
Y el espejo, solitario
Invita a desaparecer del estigma
De lo que ya no tengo
En calidad de infrahumano
Podrán pasar las calles
Serán indignos de la cúspide
Rendidos a la basura quedarán
Hambrientos sedientos de lo imposible
Y sus caras en la pared mas nos puede aborrecer
Sienes desechas por vivir en el imaginario
Porque la verdad no se soporta
Y ese aire que consumo
Es el sopor de no intentarlo
La anestesia despiadada
Los pasos están tras lo impuro lo arrogante
Las páginas, una vez más, se llenan de vacío
Uno escribe sobre política en un rincón
Dos cruzan mates para matar la verdad
El teléfono suena y retumba
Hay una oportunidad que apabulla
Hay una clase magistral de misantropía
Alguien camina por las veredas
La sutil forma de decir no quiero
Hoy o mañana
Cuando ya nada quede de este día
Otros sabrán en su letrina
El resultado de la coima
Entonces, la mentira
Única verdad válida y promulgada
Caerá detrás de ese telón repugnante
Sin que nadie sepa
Sin que se den cuenta de la nueva orgía apolítica
De lo que trepidó el estado de shock
Nadie
Ni yo
Tal vez pueda
Conocer el fondo y la estirpe
De ese último grito
De la mala jugada
De ese loco que dijo
Las estrellas nunca
Y el sol no podrá tapar
Lo que la luna sabe
Y hoy esconde
De contra-mano por
PABLO ZAMA.
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