sábado, 14 de junio de 2008

Alguien tiene que ceder



El conflicto del campo sube su tensión. Pasan los días (95). El calendario se desmorona encima de la llegada de la mitad de este 2008. La convulsión no cesa. La lucha de poder entre los ruralistas y el gobierno de Kristina llegó a su punto de ebullición máximo. Un mensaje para el campo: detuvieron por algunas horas a De Angeli. Un mensaje para el gobierno: el campo parará hasta el miércoles. La presidenta prefiere cerrar el diálogo con los ruralistas. Igual que su marido, Kristina optó por conducir los destinos del país sin negociar, sin dialogar. La postura de los dos sectores (campo y gobierno) se torna infantil. Un capricho que está haciendo colapsar, poco a poco, la economía Argentina. Pero parece que el orgullo es más fuerte, nadie cede, el tiempo pasa y un país está de rehén de una pelea de niños.


En la plaza de Mayo nadie puede protestar, enseguida aparecen los matones K y desbaratan cualquier reclamo. Y en ese contexto el ministro de economía, Guillermo Moreno, también se arrimó a cantar a favor del gobierno, mientras otros pintaban en una estatua: “aguanten las retenciones”. ¿De qué se trata esta comicidad trágica? El ministro de economía no guarda recato, la presidenta hace poco dijo que tiene “aguante”. De Angeli repite que no van a cesar con las protestas y que ningún ministro (en este caso el de justicia) lo va a sacar de las rutas porque la gente del gobierno, según él, “no tiene huevos”. ¿Qué juego es este?


El pez por la boca muere y un gobierno también. Los Kirchner se jactaban de respetar los derechos humanos (contradicción mediante) dejando que los piqueteros corten calles para reclamar. Todo corte es ilegal. Pero para el matrimonio presidencial sólo los cortes de los ruralistas son ilegales. Las palabras, en los hechos, se les volvieron en contra. Mientras todo esto pasa, los camioneros están de rehenes, varados, al costado del camino, con incertidumbre, con impotencia y… hace algunos días cortaron las rutas para quejarse por los cortes de rutas de los ruralistas… cómo??? Sí, un país extraño, rarísimo. La sociedad es presa de la incertidumbre. Las góndolas de los supermercados empiezan a vaciarse. Pero… los dos sectores siguen jugando a quién es el más guapo.


Ya comenzaron a cortarse rutas en otros sectores del país. En el sur la situación empezó a ponerse combativa también en contra de la represión en Gualeguaychú. Represión que, por suerte, no fue mayor y hubo cierto recato por parte de la gendarmería nacional.


Por ahora la situación sigue tensa, los ruralistas no abandonan la lucha y la presidenta sigue como Shakira: ciega, sorda y muda. Alguien tiene que ceder y si alguien debe dar el ejemplo es el gobierno y no generar más dudas en este escenario repugnante en donde los productores tienen tirar, por día, cuatro millones de litros de leche. Y en gran parte del país empezó a faltar la carne. ¿Para adónde vamos?


En el país del absurdo hizo falta inclusive que el periodista Santo Biasatti invitara, en el debate del conflicto del campo en el programa Otro Tema, a un experto en negociación. En poco tiempo puede llegar a hacer falta un experto en enseñar a pensar. Porque, evidentemente, la inteligencia no está presente en este conflicto. ¿Quiénes pierden?: el campo, el gobierno y la gente; ¿quién gana?: nadie. Lo que no entiende la presidenta es que puede estar cerca el colapso de su gobierno y que este conflicto le genera una imagen muy negativa al país, corrompe su credibilidad y corroe la economía, por un hecho puntual con los ruralistas. El costo del capricho campo-gobierno es muy elevado. Y el impacto psicológico, el malestar en la sociedad empieza manifestarse, a cobrar visos de reacción. A falta de diálogo, la violencia se presenta siempre. Una producción de cómics con consecuencias peligrosas. Si alguien no cede lo que cede es el país.




Pablo Zama.

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