jueves, 2 de abril de 2009

Olla a presión:



Malestar en la Policía por la escasa cantidad de efectivos


En la actualidad hay un policía por casi 230 habitantes. Fuentes de la fuerza argumentan que la cantidad de uniformados es casi la misma desde hace más de 25 años, aunque la población de San Juan aumentó considerablemente. Trabajan cerca de 300 horas mensuales y por eso dicen que viven cansados.


Son pocos los policías en actividad que se animan a denunciar que en San Juan están disminuidos respecto a la población que asciende a casi 700.000 habitantes, aunque aseguran que la sensación es generalizada. En la actualidad en la provincia hay un policía cada 226 habitantes. Pese a la imposibilidad (por ley) a manifestarse que tienen los uniformados, desde adentro de la Central de Policía y desde algunas comisarías suelen abundar los comentarios en voz baja sobre el padecimiento que tienen los uniformados. Por falta de personal dicen que se ven recargados en sus trabajos y que las condiciones laborales que tienen en la actualidad no es la mejor. Además, peor aún, aclaran que el sueldo que cobran no tiene relación con la cantidad de horas que trabajan.
Desde la subjefatura de Policía (que es la que se encarga, a través del D1 –Departamento de personal-, de dar a conocer los datos oficiales sobre la cantidad de policías con los que cuenta actualmente San Juan) no se brindó esa información a pesar de los repetidos pedidos de Giro. La burocracia, que estanca la información que es indispensable muchas veces para el quehacer cotidiano de una comunidad y su seguridad, a veces corroe el derecho a estar informado. Desde la Central de Policía sólo atinan a pedir el teléfono del periodista y a decirle que vuelva una y otra vez, por si tiene chances de ser atendido.

Sin embargo, una fuente policial confiable, que pidió reserva de su identidad, habló con este medio y aseguró que la cantidad de policías que tiene San Juan es de 3.068 en la actualidad y el último relevamiento poblacional (data del año pasado) dice que la provincia tiene 695.640 habitantes.

Si se lo compara por ejemplo con una provincia más chica como es San Luis, la cantidad de policías que hay en San Juan respecto a la población es bastante reducida. En la provincia puntana, según las fuentes periodísticas, hay alrededor de 2.600 policías para velar por la seguridad de aproximadamente 400 mil habitantes. Eso larga el dato de que en San Luis (una provincia con un índice de inseguridad mucho más bajo que San Juan) hay un uniformado por cada 150 personas. Por el lado de San Juan, en cambio, hay un policía por casi 230 habitantes, siendo la provincia cuyana que marcha en segundo puesto (detrás de Mendoza) con respecto a los niveles de inseguridad actual. Por otro lado, un dato importante, que también llega desde las esferas de la seguridad, especifica que “en todos los países lo óptimo es que cada 100 personas debe haber un policía”.

La llamada “sensación de inseguridad” ya quedó como anécdota y el propio senador nacional César Gioja reconoció en una entrevista radial que actualmente “hay inseguridad” en la provincia. Pese a que desde otras esferas del oficialismo prefieren no dar la imagen de que San Juan ha sufrido una suba en los índices delictivos. La respuesta a este crecimiento en la vulnerabilidad que siente el ciudadano sanjuanino cuando sale a la calle es analizable desde una estructura bastante compleja, en donde intervienen muchos y variados factores sociales. Pero uno de los motivos para que en ocasiones la policía vea desbordado su accionar, según las fuentes policiales, refiere al malestar con el que trabajan, que en muchos casos aseguran que lo hacen con muy poco descanso y teniendo que cubrir horarios extras a sus trabajos cotidianos “por la falta de personal que hay”.

Cada vez menos policías

Dos fuentes de las fuerzas de seguridad coincidieron en que en el total de policías que tiene San Juan van incluido también aquellos efectivos que han presentado carpeta médica (no están trabajando por enfermedad) y también aquellos que están de vacaciones, con lo que el número inicial disminuye.

“En 2.005, cuando la población de San Juan tenía aproximadamente 650.000 habitantes –el Censo Nacional del 2001 arrojó que la provincia contaba con 620 mil habitantes-, había 2.855 policías en la provincia”, aseguró la voz policial. En ese sentido, otro policía argumentó también que en el año 1975 había alrededor de 3.000 policías y que ese número no ha variado mucho con los años. Eso demarca, teniendo en cuenta el crecimiento poblacional de la provincia, que la proporción entre la cantidad de policías y el número de habitantes es cada vez más escasa en San Juan. A eso se le agrega que, cumpliendo con los turnos respectivos (la mayoría trabaja 24 horas por 48 de descanso), por día hay sólo cerca de 900 policías que cuidan el orden en toda la provincia.

Eso encuentra su explicación, según uno de los funcionarios de seguridad entrevistados, en que “la misma cantidad de policías que ingresan a la fuerza es el mismo número de uniformados que se retiran. Pero eso es así desde hace 25 años”. Un dato no menor es que, más allá de la cantidad de gente que se retira con la cantidad de años de aportes completo, el número se incrementa con los policías que deciden dejar la fuerza con 20 años de servicio (retiro voluntario, con el mínimo de aportes jubilatorios). “Con esa opción se han retirado, por ejemplo, en marzo 20 policías”, contó la fuente. Para retirase con el 100 por ciento de los aportes un agente o un suboficial debe cumplir con 25 años de servicio y los oficiales lo deben hacer con 30 años.

La voz policial aclara que en el año 2008 “han ingresado, entre oficiales y agentes, 250 policías y la camada que se fue llegó a 175. Pero esto no es tan así por la razón de que hay policías que se van con menos años de servicio. El año pasado por ejemplo habían 200 uniformados más que ahora y la población ha crecido”.

Retiros prematuros

Desgaste físico y emocional, estrés, sueldos bajos, problemas cardiacos, malestar con la cúpula policial, los altos riesgos con los que conviven en la actividad y la cantidad de horas de trabajo mensual, son las razones fundamentales a las que apuntan –según el informante- los policías que deciden retirase de la fuerza con la cantidad mínima de años de servicio.

“Definitivamente la persona que trabaja más de ocho horas diarias ya no sirve. Eso lo dice la Organización Mundial de la Salud”, asegura uno de los policías que conversó con este medio. Esa aseveración tiene que ver con la cantidad de recargos (horas extras de trabajo sin remuneración adicional) que, según argumentan desde la fuerza, hace que no descansen lo suficiente y que además no puedan tener otro trabajo además de la policía. Aunque hay algunos –cuentan- que logran tener otro trabajo paralelo y deciden retirase con el tiempo mínimo en la fuerza para continuar con el otro trabajo que no les proporciona tanto desgaste.

Respecto al último punto, en la policía aseveran que los efectivos están autorizados a tener otro trabajo en relación de dependencia sólo en la docencia. Aunque las fuentes aseguran que en la mayoría de los casos, por el tiempo que le deben dedicar a la policía, no pueden tener esa actividad (en caso de ser docente).

Una de las fuentes explica que en la actualidad “el policía que trabaja menos tiempo lo hace por alrededor de 300 horas mensuales porque trabaja 24 por 48 –sólo con esas guardias ya suman 240 horas al mes- y porque además a eso hay que sumarle, muchas veces, ocho horas más por guardia”. Es decir, el descanso del primer día posterior a la guardia se ve disminuido por ocho horas que a veces el policía debe prestar a modo de “recargo de servicio” y que no son pagas adicionalmente. “Eso se hace justamente por la escasez de policías que hay y por ley se realiza desde hace muchísimos años”, expresa un informante. Además, en muchas ocasiones, si en el segundo día de descanso al policía le sale la posibilidad de hacer un adicional (un trabajo por fuera de las horas de servicio y que tiene remuneración extra: alrededor de 50 pesos por cuatro horas) lo hace, a veces en desmedro de su momento para descansar. Lo destacable en este caso es que no hay tope de cantidad de adicionales que puede hacer un efectivo y si llega a sobrecargarse, el policía corre el riesgo de no cumplir bien con su trabajo cuando vuelva a estar de servicio.

Peor que otros trabajos

“Nosotros quisiéramos que el gobernador –José Luis Gioja- nos diga como a los maestros: ‘Hora trabajada, hora pagada’”, manifiesta un policía y empieza a trazar una diferencia con los maestros en la situación laboral, como ejemplo y para poner un parangón y explicar su trabajo. A eso se le suma la situación económica. “Un maestro de primaria trabaja 120 horas mensuales” (la mitad de lo que trabaja un policía, sacando los recargos), explica un uniformado. Otra fuente asevera que por esa cantidad de horas los maestros, con el incentivo docente y tickets incluidos, llegan a la suma aproximada de 1.600 pesos mensuales de bolsillo, lo mismo que cobra (trabajando muchas más horas) un agente de policía que recién ingresa a la fuerza. Mientras que un oficial nuevo gana alrededor de 1.900 pesos por mes.

Por otro lado –aseguran-, el sueldo básico de un policía es de 450 pesos cuando el de un docente es de 780. Asimismo, otro de los reclamos que hay en el seno de la policía tiene que ver con la escasa remuneración que reciben cuando ascienden: “el ascenso de agente a cabo significa un incremento de 25 pesos nomás”.

Aparte de eso, dentro del cúmulo de motivos que dan a conocer algunas voces desde adentro de la policía y que hace declinar a veces a algunos trabajadores hacia la decisión de dejar la fuerza antes de tiempo, es la de la demora en los ascensos: “Ese es uno de los problemas que tenemos, el subjefe de policía –Roberto Agustín Castro- por ejemplo, no se quiere retirar y eso está trabando toda la pirámide. Porque si él se jubila, todos los niveles dan un paso más de ascenso. Pero así se frena el ascenso de mucha gente”, agrega un uniformado.

En ese sentido, la denuncia que hacen algunas personas vinculadas a la fuerza policial sanjuanina es que la ley del régimen policial Nº 5.421 (de la provincia) “no se cumple en los ascensos. Ahí aclara que cada efectivo que no tenga planilla de castigo o algún impedimento o partes médicos prolongados tiene que ascender cada cuatro años. Pese a eso, hay agentes que tienen más de 20 años de servicio y no han obtenido ningún ascenso”.

Finalmente, otro tema que una de las fuentes apuntó como motivo para el retiro prematuro de algunos policías (retiro voluntario) es el de la permanencia por mucho tiempo de una misma cúpula de conducción de la policía: “Eso no nos conviene porque no hay reactivación de ideas”.

El otro uniformado cierra: “Por la calidad de vida que lleva un policía, su tiempo útil (en la que puede rendir bien en el trabajo) se estima en diez años en la fuerza. Después, baja notablemente el rendimiento por problemas de salud, estrés, diabetes, tensiones y se produce un problema social, de malas actitudes y malas contestaciones del efectivo de policía”. Una de las causas para que un trabajador que cumpla la función de cuidar el orden en la ciudad llegue a ese estado –expresan- es la escasa cantidad de efectivos que hay en la actualidad, que los lleva a trabajar más horas de las que -argumentan- deberían trabajar. Éso, además, se torna en un punto sobresaliente a ajustar para frenar la situación de inseguridad que vive San Juan.

Pablo Zama

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Encima la mayoria de los pocos policias que hay en San Juan son unos basura, corruptos y ladrones.

Anónimo dijo...

las fuentes periodisticas de San Luis deben estar muy bien informadas, por cierto! Felicitaciones por el informe, un abrazo desde acá.

Pablo Zama dijo...

Anónimo 1: no sé si la mayoría es así. Sé que en la policía como en todas las profesiones hay corruptos.

Anónimo 2: la fuente periodística de San Luis que usé es la más creíble que conocí allá, por eso puse el dato. Muchas gracias por leer desde allá y comentar.

Para los dos: che! nada les cuesta dejar el nombre o alguna inicial para saber quién deja los mensajes. Este blog todavía no tiene lepra ni contrajo el dengue. Bueno, eso creo...

Un abrazo!