(Texto publicado también en www.diariolibre.info)
El prestigioso periodista de TN disertó en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ el viernes. Disparó contra la instalación del observatorio de medios. Detalló el rol que el periodismo libre debe tener. Y aclaró: “Sé perfectamente lo que está pasando con la prensa en San Juan”.
Por Pablo Zama
Hay una sociedad a la que se le sesga la realidad. Hay un demonio en las calles llamado censura que corrompe cada día más a una provincia que por todos lados intenta evadirse de una verdad que se torna intolerable. Y ese reflejo que se muestra en la epidermis de una lastimadura profunda que, lejos de suturar, cobra día a día mayor terreno en la piel de los sanjuaninos. Ese reflejo, se niega para poder soportar lo que en realidad se vive.
Con este escenario, así dispuesto por el poder de turno, recalan a conversar con los sanjuaninos periodistas de la talla de Nelson Castro. Periodistas que vienen desde Buenos Aires pero que, quizás, están mejor informados que muchos de los ciudadanos sanjuaninos de lo que pasa con la prensa, corrompida, de esta provincia.
“Me quieren vender / la noche por luz / la calma por la tempestad / y yo quiero saber / dónde diablos está / donde diablos está la verdad…” (Nito Mestre).
En este espejismo de provincia, donde el sofisma es la primera verdad. A este espacio sin debate, llegó el conductor del programa El juego limpio del canal Todo Noticias, el columnista de diario Perfil, el conductor de un programa radial en Del Plata, el autor del libro Enfermos de poder; llegó este excelso periodista, a tener con los sanjuaninos una comunicación cara a cara en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ. Estuvo el viernes para conversar sobre el conflicto del gobierno nacional con el campo, pero también habló del observatorio de medios y apuntó estar sabiendo muy bien lo que pasa en San Juan con la prensa que, cada día más amordazada, se desnaturaliza y se pierde en los abismos de la mera difusión propagandística de lo que el poder de turno quiere que se muestre.
El observatorio de medios. Durante la exposición, Castro aclaró que el documento elaborado por profesores de la Universidad de Buenos Aires respecto a la nueva ley de radiodifusión “carece de seriedad científica, es un documento que se puede redactar en 48 horas”. Pero antes de la elaboración de ese documento: “Aparece esta furibunda andanada de ataques del gobierno contra la prensa y en este caso en particular contra el multimedios de Clarín. En este contexto se inserta el observatorio de medios. Es muy interesante lo que ocurrió, porque el observatorio de medios surge como consecuencia del disgusto de la presidente por lo que fue la cobertura del conflicto del campo”. Y el periodista que en su programa le dijo a Cristina Fernández de Kirchner que para gobernar también hace falta sabiduría además del “aguante” que ella dice tener, siguió: “¿Qué es lo que ocurrió?, fue muy fuerte evidentemente la imagen de la presidente hablando, en simultáneo, con la tecnología que hoy nos lo permite, y tener la imagen de la gente del campo también. Y evidentemente fue muy fuerte el tema de cómo se instaló esto y sobre todo la filmación de las fuerzas de choque que envió el gobierno”. Según Nelson Castro la discusión sobre la nueva ley de radiodifusión fue instalada para desviar la atención. Y que una discusión seria sobre este tema devendría en beneficiosa para la Argentina, porque si esto se da la pertenencia (el monopolio de los medios de comunicación por parte de políticos afines o no con el poder) no tendría cabida. “Lo que ocurre es que de forma directa o indirecta las espadas políticas de cada provincia tienen sus medios, ¿pasa acá no es cierto?”, apuntó Castro y la sonrisa con ribetes irónicos y sarcásticos de los presentes fue clara como contestación. “Pero esto no es lo que quiere el gobierno”, manifestó, y dejó entrever que lo que se busca en este caso es, claramente, la censura.
El contrapoder. Nelson Castro dejó su concepto de prensa libre en medio de esta tumultuosa relación del periodismo con el actual gobierno: “La prensa libre es siempre un factor de contrapoder, esto es lo que quiero marcar. Esto es un concepto básico de las ciencias políticas, de las ciencias sociales. ¿Qué significa en la prensa contrapoder? Significa que el periodismo tiene diferencias psicológicas y metodológicas con el poder, y lo resumo: el que tiene poder quiere tener cada vez más poder. Nosotros, los periodistas, la prensa libre estamos exactamente en lo opuesto. Por eso somos contrapoder, no es que estemos contra el poder de turno. La prensa libre es esencialmente plural”. Y en el contexto actual: “Como hay opositores pero no hay oposición como entidad política, el gobierno toma a la prensa como el elemento de sus desvelos. La historia demuestra que esta batalla siempre la pierde el poder cuando en la sociedad reina el ánimo de real democracia. Por eso la sociedad debe entrar en el debate de los medios, la sociedad debe interesarse por lo que pasa con los medios”.
El atropello contra la prensa en San Juan. Después de los 20 minutos acordados para su exposición, Castro se dispuso a escuchar las preguntas del público. El doctor Ernesto Lloveras (periodista radial) pidió el micrófono y apuntó lo que muchos de los presentes querían dar a conocer: “En la provincia de San Juan no hay un sólo programa como el que hace usted, no hay un sólo programa de debate en televisión, ni en radio, mucho menos en los medios gráficos. El periodista o la persona que quiera hacer un programa de debate no lo puede hacer en San Juan. ¿Cómo salir de este atolladero, donde no tenemos libertad de expresión, donde el pueblo necesita eso pero se siente temeroso y por otro lado los medios no pueden prescindir de la pauta publicitaria oficial porque directamente no pueden pagar los sueldos?” Esa mordaza que enfrenta día a día cada periodista sanjuanino, ese asalto a la libertad de expresión de la sociedad termina confluyendo en la apatía hacia la realidad, porque es imposible querer saber lo que no se puede contar. Entonces la evasión confluye en dar a conocer lo único que se puede: la realidad cercenada, impuesta por la agenda oficial. Nelson Castro esboza su opinión respecto de la pregunta precedente. Y la solución, según el periodista de Capital Federal, es la unión de los trabajadores de prensa del interior en una red: “Este es un problema estructural muy importante y muy grave que tiene el país, no solamente aquí. Pasa en casi todas las provincias y pasa, en menos escala, en la ciudad de Buenos Aires. Yo creo que acá nosotros tenemos que ver cómo trabajamos fuertemente en esto para despertar a la sociedad. Conozco mucho lo que está pasando en San Juan, ya lo conocíamos y hoy tuvimos un detalle más, confirmatorio de esto, por parte de la propiedad de medios del gobernador o de personas allegadas a él, de esta presión de la cual terminan siendo cómplices también las empresas privadas porque hacen negocios espectaculares. Alguien me recordaba hoy algo que yo no había advertido: que San Martín de San Juan tiene el eslogan de San Juan minero en la camiseta, lo cual da origen a todo este tipo de cosas.” Y continuó: “Es muy importante saber qué hacemos nosotros como periodistas, cómo nos unimos en esa red, porque a veces también en esta profesión el individualismo nos lleva a no darnos cuenta de esta necesidad que tenemos de aunarnos. Creo que en algún momento tendrá que surgir alguna red de periodistas de todas las provincias argentinas planteando esto en forma orgánica, documentada, en el sentido de que es muy interesante el aporte de la mayor cantidad de casos (de censura)”. Y terminó de lanzar: “Y sería demoledor para el gobierno, en este contexto, aparecer con esta realidad. Ojalá lo puedan hacer en San Juan, organizándose; uno sólo no lo puede hacer”.
Es muy probable que el acostumbramiento a esta forma de sometimiento (que es una de las peores cosas que le puede pasar a un ser humano: acostumbrarse) haya hecho mella en muchos periodistas (por coacción de la libertad de empresa e intereses del poder de turno) y ya casi no pueden disponerse a pensar sobre lo que está pasando acá. La situación es muy grave, gravísima. Y la voz de alto no la escuchamos más que en unos pocos. Nelson Castro, que no es blando en sus comentarios, gatilló: “Esta es una situación terrible, terrible, porque además es generadora de una hipocresía tremenda. Es muy interesante esto porque después, muchos de los responsables de estos gobiernos, aparecen en Buenos Aires con una imagen democrática, plural y amplia, y no lo son. No lo es el gobernador actual de San Juan, no lo es el que anduvo antes, no lo es nadie”.
Como lo marcó durante la conferencia el conductor de El juego limpio: el debate desde las universidades se hace muy necesario en estos contextos, porque esa es la función de la universidad, que no debe ser adherente al poder político de turno sino que debe tener su propia autonomía. El periodista dejó su opinión: “Hay que aspirar a la universidad como debate de ideas. A la enseñanza, la instrucción y la formación de la persona en un contexto de concepto ciudadano (…) Hay falta de debate como concepto, porque el debate significa exposición de ideas diferentes”. Ahí nomás, la licenciada Rosa Mercado (profesora de la UNSJ y ex directora de Radio Universidad) afirmó: “Quienes queremos mucho a la radio de la universidad y la hemos visto nacer con otra génesis, de inclusión, de voz de voces, vemos que está condicionada en su gestión actual. Pero además, dentro de ese marco de avance que tiene el gobierno nacional respecto de los observatorios de medios se quiere cooptar a las radios universitarias y a las radios comunitarias”.
Este debate que falta, las opiniones sobre un tema que es tabú en este San Juan manejado como un feudo, se instauró por casi dos horas en el salón de actos de la facultad de sociales el viernes. Esto marca que no es imposible confrontar ideas. Y esto demuestra que, tal vez, el temor a hablar por miedo a represalias que tiene un importante sector de la sociedad se disuelve dando paso, poco a poco, a la posibilidad de dar a conocer lo que realmente está pasando en la provincia. Pero claro, con una prensa sorda, ciega, muda y enferma de afasia por coacción, se hace muy difícil arribar al debate. Y en esta realidad condicionada, perpleja y distorsionada, sin embargo… ¿existirá la posibilidad, algún día no tan remoto, de la construcción de una red de periodistas como lo incentiva el conductor de El juego limpio?
“Cuando entre la prensa libre y el poder no hay tensión, algo está pasando con la prensa libre”.
(Nelson Castro).