Río revuelto
Ya pasó la experiencia de una campaña sucia que tuvo ribetes inesperados a favor y en contra de la enmienda constitucional. Ahora la provincia se prepara para las elecciones del 14 de agosto en un contexto de candidatos que se bajan de una vereda y se suben a otra como un trámite común, y con presentaciones a la justicia electoral buscando forzar internas en dos departamentos.
Río revuelto o rebelión en el patio trasero. Se vienen las primarias y ya se destaparon varias cacerolas. La carrera hacia las elecciones del 14 de agosto dejó al descubierto algunas ambiciones tal vez solapadas bajo el manto de la espera. Pero parece que se impusieron la ansiedad y la ambición nomás. Hay quienes no pudieron soportar que el conductor del Frente para la Victoria, el gobernador José Luis Gioja, no los ungiera en otra elección y, mientras alguno –Luis Martinazzo- salió al ruedo de las rupturas partidarias cambiando de camiseta, otros –Ana María López de Herrera y Franklin Sánchez- decidieron desobedecer al jefe del oficialismo y realizaron una presentación a la justicia electoral buscando una batalla en internas. En la oposición, tras la retirada de Mauricio Ibarra del Frente Todos por San Juan para volver con el basualdismo, hubo fisuras que llevaron a duros cruces entre el rawsino y Rodolfo Colombo. También Alfredo Marún salió a rebatir la actitud de Ibarra y dijo que su acción “le hace mal a la política”.
En el PJ, Franklin Sánchez, titular del partido Forja, adherente al oficialismo, pidió ir como contrincante de Jorge Barifusa en Jáchal, pero para el Frente para la Victoria sus avales no fueron suficientes: 70 de los 198 necesarios. Lo mismo le pasó a Ana María López de Herrera con el Partido Popular Participativo (presentó 847 avales y le rechazaron 212), que intentó asomar como la alternativa de Elías Álvarez en Rivadavia. Los dos anunciaron que si el tribunal electoral no los ampara, renuncian al gobierno: Sánchez es director de Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Minería y López de Herrera, directora de Defensa al Consumidor. El jachallero fue aún más lejos y dijo que está dispuesto a dejar la política si ve derruida su chance de intentar pelear por la intendencia.
Uno que también salió al cruce pero ganó es el ex intendente chimbero Antonio José Camacho, que dio a entender que si Gioja no lo avalaba era un despropósito. Pero a los días salió a decir que el Gobernador le confirmó las internas mediante un correo de voz en su celular. Ahora Pepe Camacho y el actual jefe comunal Mario Tello se medirán para saber quién va a las urnas en octubre como candidato en Chimbas.
Mientras todo eso acontecía en el oficialismo, en la vereda de enfrente Colombo e Ibarra parecían volver a jugar a ser amigos. “Reconozco que me equivoqué”, lanzó el ex intendente de Rawson. Colombo acusaba recibo y dijo que Ibarra lo llamó por teléfono para acercar posiciones, pero jamás se desdijeron: lo dicho, dicho está. ¿Qué había dicho Colombo?: “De la traición no se vuelve”.
Le dio con el stick
El caso más resonante de ruptura con el oficialismo fue el de Luis Martinazzo. El ex intendente de Santa Lucía pretendía ir a internas para disputarle la jefatura comunal al actual intendente, Aníbal Fuentes. El 6 de junio, Martinazzo fue internado por un fuerte dolor en el pecho, pero descartaron un infarto. Tres días después apareció por Casa de Gobierno para charlar con Gioja y pedirle el aval para ir a internas. Salió del despacho del Gobernador y, sarcástico, apuntó contra Fuentes: “Quizá algunos se frotaban las manos”. Pero el 16 de junio, sorpresivamente, el hombre de familia hockista direccionó el stick con otro rumbo y dejó boquiabiertos a sus ahora ex correligionarios. Pegó el portazo y se fue a conversar con Rodolfo Colombo, anclando como precandidato del Frente Todos por San Juan a la intendencia santaluceña. “No le daban los votos”, se mofaba Fuentes; mientras al Gobernador le daba “pena” la actitud del ex senador nacional.
En el Frente Todos por San Juan, Enrique Conti decidió aislarse de cualquier candidatura y apoyar desde el silencio. En el Frente Unión Producción y Trabajo pasó lo mismo con Ibarra, en momentos en los que Roberto Basualdo (que antes del 8 de mayo, en plena campaña por la enmienda constitucional, dijo que iba a ir como precandidato a senador) se animó a anunciar que si gana la gobernación en octubre creará la figura del jefe de gabinete, que será ocupada por el senador nacional puntano Adolfo Rodríguez Saá (en San Luis los Rodríguez Saá crearon ese cargo el año pasado, siendo ocupado por Claudio Poggi, que ahora disputará la gobernación de aquella provincia –es la primera vez desde 1983 que el doble apellido “R.S.” no suena en una elección a gobernador-).
En ese atolladero de idas y vueltas en los frentes electorales, el premio mayor a la gambeta se lo llevó Emilio Mendoza en Caucete, que quiso generar internas volviendo, sin que lo hayan llamado, a formar parte del Frente para la Victoria. Pero la jugada no gustó en las altas esferas del pejotismo local y “el Emilio” tuvo que quedarse con las ganas nomás. Juan Elizondo irá por la reelección en esa comuna.
En este río revuelto de idas y vueltas en los frentes electorales, de traiciones y de gatopardismo, habrá que ver quién es el pescador que se quedará con la ganancia en esas primarias que ya han despertado, como nunca antes en los últimos procesos electorales de la provincia, miserias políticas y humanas de una envergadura llamativa.
(Nota publicada en el semanario Diario Las Noticias).
Pablo Zama.