martes, 25 de septiembre de 2007

Nada.

este asno momento de ser
o este residuo asqueroso del tiempo
el aullido de esa paloma que cae por la reja
el silbido que se desliza de una bocanada de aire

tal vez se pudra el mundo
y yo siga flotando en la esperanza
prohibido girar en "u"
los autos ya chocan sobre sí

el pasto es pasto
nadie podrá jurarme el idilio
el enjambre de ilusiones
que me dicen que es correr
descalzo

nada
el cielo no es más que un métafora
y de absolutismos vive el retrógrado
somos así
punto


Pablo Zama.

domingo, 12 de agosto de 2007

Tribuna de Primera: El campeón tuvo miedo, ¿Entendéz...?


(Texto publicado en Diario El Zonda de San Juan en el 2007)

Cuando llegamoz todo era raro. Zi hasta en Córdoba eztaban expectantez. Pero voz no lo entendizte Lucho. El campeón tuvo miedo... y voz no lo vizte...

¿Vizte?, ¿vizte lo que pazó Lucho?, ¿lo vizte? No, ezo no Lucho. Zabía que el Verdinegro lo iba a demoztrar...
Zí, ya zé. Voz te quedazte con lo del gol de la Gata. Te quedazte con la mala fortuna del Canito, Lucho. No ez azí hermano. Hace doz mezez penzábamoz en Defenza y Juztizia, penzábamoz en muchaz cozaz. Pero en ezto no penzábamoz Lucho. Cuando ví entrar al Verdinegro se me acaclambró el eztómago, te lo juro, no te miento. El "dale Verde, dale Verde", ahora en Prime, Lucho.
La tribuna era un idilio de locoz enjauladoz vitoriando a nueztro guerrero, o, máz bien, a nuestroz 11 guerreroz, loz que entraban de titular. No te miento zi te digo que me zentí como zi eztuviera al borde de la incordura, estaba fuera de mí, cuando lo ví a Zan Martín en la cancha zaludándoze con loz del Cuervo.
No me vengáz ahora voz con ezo, Lucho. No zabéz nada. ¿Loz cambioz, ezo me dezíz?, puede zer. Bueno, en ezo zí eztoy de acuerdo, me pareze que el Teté ze apuró o ze equivocó, que ze yo. La coza ez que el Gabi Roth no eztaba en zu tarde y Fernandito Merlo pareze que entró frío, vaya a zaber uno que fue. Lo zierto ez que yo no lo ví como voz Lucho, eztáz equivocado. Loz tipoz, elloz, tienen una categoría de perra madre, no por nada zon loz campeonez. El Verde, en cambio, ez el invitado pobre de la meza de AFA... ¿O no lo zabéz voz acazo? Cómo me vaz a venir con ezo de que arrugamoz al final, de que no zabemoz controlar un partido. Lucho... Lucho!! ez Zan Lorenzo, dezpertate hermano!!, dezpertate!!.
Yo zé que máz de uno me eztá inzultando, porque lo grité a loz cuatro vientoz en la popu, che. Lo dije, zabéz que lo dije. Y voz no te acordáz de la emozión del principio, ¿te olvidazte de ezo ya? Me imagino que te acordáz del tipo que dijo que hazta "Don Hilario Zánchez en el zielo debe llorar de emozión". ¿No te reízte acaso cuando algunoz tipoz no querían subirze a la popu nueva porque la muy huérfana se movía y todo temblaba? Todo ez nuevo Lucho, date cuenta hermano. Los muchachoz también tienen que acomodarze. Cómo vaz a dezir, zi ni lo creéz ziquiera, eztoy zeguro, cómo vaz a dezir que tuvimoz el pecho frío al último. Eztaz mal hermano voz. Loz muchachoz fueron unoz gladeadorez, el campeón noz tuvo miedo hermano. Tuvo miedo!! ¿Entendéz voz lo que ez que el campeón tenga miedo en un lugar que no lo tienen en cuenta cazi en el mapa eztoz porteñoz? Yo lo único que zé ez que Tonelotto lez cazcoteó el rancho y que el Nico Herrera loz pazeó. ¿Entendéz Lucho?, ezo no ze da ziempre. En un momento creí que eztaba zoñando el partido. Y zabéz Lucho, no fue un mal zueño, fue bueno, yo no miro el rezultado aquí, yo ví que cazi, cazi noz comemoz un Cuervo.
Ya zé cómo ez ezta hiztoria, no ganamoz y voz con loz otroz ze van amargadoz. ¿Pero zabéz qué Lucho?, algún día lo vaz a valorar, mirá que tengo muchoz partidoz yo eh.
Pero no entiendo... ¿no vizte Lucho, no vizte lo que pazó?!. Ez grave lo tuyo hermano...
Pablo Zama.
(San Martín de San Juan juega en Primera: San Martín 1 - San Lorenzo 2).
Mensajes y comentarios a: pablo_zama@yahoo.com.ar

martes, 24 de julio de 2007

Fontanarrosa: El Negro más canalla del mundo.


(Texto homenaje a Roberto Fontanarrosa en su fallecimiento, también publicado en la página web: http://www.robertofontanarrosa.blogspot.com, sitio web de María Alicia García Facino de Rosario)



Desde una provincia de Primera como San Juan, el recuerdo y el homenaje para otro gran hincha de Primera en Rosario.

Por Pablo Zama.

“No crecí queriendo ser como Julio Cortázar. Crecí queriendo ser como Ermindo Onega. Por eso llegué a la literatura por la puerta de atrás, con los botines embarrados y repitiendo siempre el viejo chiste: ‘Mi fracaso en el fútbol obedece a dos motivos. Primero: mi pierna derecha. Segundo: mi pierna izquierda’ ”
(Roberto Fontanarrosa).

Esperó el último centro en un área taciturna y fugaz que a la vez pasó a ser la eternidad de sus alegatos futbolísticos en papel y en esa letra apretada por la emoción. Y en el desconcierto de los epílogos de cada historia, el Negro puso su música, puso el gol y la victoria en tiempo de descuento. Desparramó a cualquier defensa en cualquier estadio antes de irse, llevando consigo el desequilibrio exacto para dejar pasmado al más impávido lector. El Negro tuvo la picardía justa de un centrodelantero nato. No dejó por eso de tener la aspereza de un zaguero central y el sarcasmo de un cinco clásico, enganchando y abriendo la bocha hacia los costados. El Negro fue un digno atajador de pesimismos, sublimando cada mal menor o mayor para convertirlos en risa desde su escritorio, transformándolos en el campeonato de la alegría futbolera.

El arquero Fontanarrosa saca de punta al medio del campo…

“A la cancha me llevó mi viejo, porque yo le hinchaba las pelotas para que me llevara alguna vez. A él mucho no le entusiasmaba; a pesar de que veía muy bien el fútbol, porque era un tipo muy analítico (después fue técnico de básquet). Ahí uno se da cuenta, porque yo lo repetí con mi hijo, que se debuta en partidos que no son importantes -me acuerdo que fui a ver Central y Tigre-; nunca te van a llevar a un clásico”, recordaba el Negro.
Fontanarrosa es igual a humor. Quedó sellado como una de las mayores plumas argentinas de la literatura popular. Pero, más allá de eso y tan cerca de antagonismos imposibles de presenciar antes, el Negro, además de gran literato y humorista gráfico, será por siempre sinónimo de fútbol. Hincha de Rosario Central hasta los tuétanos. Futbolista frustrado que sublimó ese doblez de la vida creando mundos, infinitos espacios dentro de cualquier cancha, donde se animó a jugar con galera y bastón. El papel fue entonces el soporte para describir el sarcasmo y los relatos con finales imprevistos en cada historia. El absurdo fue parte de su magia y un ejemplo imprescindible que sirve para soslayar cualquier premura tácita en que sus detractores lo quisieron encasillar, fue aquel relato, tal vez poco recordado ahora, del jugador que lloraba todo el tiempo, cada vez que fallaba, o antes de cada encuentro y no paraba de sollozar por horas interminables. Por eso, la pintura futbolística y la imaginación sin límites del Negro recuerda también el cuento en que otro futbolista dormía la siesta en el entretiempo de cada partido. Y ese apolillo era permitido por sus compañeros y sus angustiados técnicos, porque el futbolista pertenecía a la casta de los grandes, a los creativos que dan vuelta un partido en el momento más inesperado, bah… un irresponsable con gambeta y gol…
Apasionado, argentino puro, irracionalmente futbolero: “Cuando ya pasan dos domingos sin fútbol te empezás a dar cuenta que la vida es un aburrimiento, que no tiene sentido”. Imposible saber hasta dónde hubiera llegado el Negro para poder ver a su Central. Y él, tan consciente y desvergonzado, siempre dijo que la pasión, con el tiempo, se acentúa. Que es mentira que las manías del hincha de fútbol con los años se disipen. La radio, la cancha, su Central fueron y son su vida, antes de la propia vida y después de esta reciente partida.

En el mediocampo, el Negro, con la cinco en la espalda toma el balón, engancha hacia fuera y abre a la izquierda…

“Los trenes matan a los autos”, un título que no dice demasiado para los amamantes del balompié, pero que lleva consigo, en la impresión más reciente, el debut, en los años ´70 de la unión de su pluma con su primer y gran amor: el fútbol. Una carrera que de la mano de sus dos apasionamientos empezaba a ser rutilante. Fueron los primeros relatos futboleros de algo que para el mundo de la literatura no es muy frecuente. Por eso, aquellos que declaman como frívola la pasión del hincha de fútbol se vieron envueltos en la desconcierto de un grande de las letras, un genio, escribiendo sobre historias de la verde gramilla argentina. “Área 18” y “Puro Fútbol” fueron otros títulos de su obra maestra, cargados de fútbol, marcando el antagonismo con Cortázar, Borges y tantos otros de pluma más intelectual, más filosófica. El Negro, en cambio, prefirió la filosofía de lo cotidiano a través de un lenguaje general que conoce la gran mayoría de los argentinos y escribió con la pelota atada a sus pies, un crack.


El win izquierdo rosarino pisa la pelota cerca del área, se abre un poco, gambetea a dos adversarios, la gente se levanta de sus asientos…

Historias efímeras pero eternas. Historias contadas con el alma en la boca y las vísceras en las manos desde una tribuna popular. Aquel cuento en que los hinchas de Central deciden llevar a un abuelo, vetusto, enfermo del corazón, a la cancha, porque era la cábala del equipo. Y tras vencer a Newell´s en el final del partido, en una tarde agónica, por la mínima diferencia, el viejo se alegra tanto que muere en la tribuna del club de sus amores de un ataque al corazón, y con la camiseta canalla reflejada en su partida la reflexión fue que: murió feliz. Después queda boyando en el aire, como queriendo escaparse en dirección a algún remoto potrero otro relato inconfundible, pero en este caso tomado de una historia real. Un hincha de “la contra”, Newell´s, decide viajar a ver a su equipo a Buenos Aires en un partido muy importante. El joven está a unas horas de recibirse de ingeniero en Rosario, pero viaja con sus amigos a presenciar el partido. Su equipo pierde y ese grupo de fanáticos no quiere volverse al barrio. Para el protagonista nada más tiene sentido, el dolor por haber perdido representa mucho más que la idea de recibirse de ingeniero. Finalmente, sin ganas, se presenta a rendir, termina de dar su examen y el decano de la facultad, que presidía esa mesa, decide pasarle un papel, por bajo cuerda, que dice algo así como: “Yo sé lo que te pasa pibe, siento lo mismo que vos, estoy echo pedazos, nunca deberíamos haber perdido ese partido de porquería”.

El centrodelantero hincha de Central recibe el pase del volante y de media vuelta define al medio del arco…

Es la presentación de un libro de Arturo Pérez-Reverte y el Negro, que ya terminó de dar su discurso, pide permiso y se retira del lugar ante la mirada atónita de los presentes y la cara desencajada de Pérez-Reverte. El motivo lo explicita bien claro: “Les pido disculpas, tengo que retirarme porque en quince minutos juega Central…”.
Aquejado por una enfermedad neurológica, Fontanarrosa traslada la juntada de los jueves con sus amigos desde el café El Cairo a su casa porque ya no puede moverse de ahí. No pierde el buen humor y sigue hablando de fútbol en sus reuniones semanales. Pero el final está cerca. Inesperadamente, después de mostrar una leve mejoría, fallece el jueves 19 de junio de 2007 y la sorpresa lo sigue eternizando. Toda la hinchada de Central lo acompaña en su despedida. Un lector suyo llama a la radio para decir que se enteró de la muerte del Negro cuando iba en su auto y le fue inevitable soltar lágrimas. La familia y los amigos se niegan a velarlo en el estadio canalla porque hay hinchas de Newell`s que también querrán ir a despedirlo. Los dirigentes de la Academia rosarina deciden que la butaca que él ocupó en los últimos tiempos en la platea quedará vedada para los demás hinchas, porque esa butaca es y será solamente de él. Una multitud se acerca a darle el último adiós, pero el Negro y su fútbol permanecen en la respiración de todos. Y ahora la sensación es que ese Negro Canalla y loco por el fútbol, pintor de relatos inolvidables, nunca dejará de asistir a la cancha de Central. Y, tal cual un cuento de su autoría, seguirá hablando de fútbol en el paraíso con los amigos que se fueron antes que él; porque Fontanarrosa murió, pero su amor por el fútbol jamás se irá…

El goleador Roberto Fontanarrosa acaba de marcar, en tiempo de descuento, para Central y para todo el fútbol argentino, fue un gol de potrero. Y ese campeonato, su vida, será inolvidable…

“Yo llego a escribir sobre fútbol a través del propio fútbol, no a través de la literatura. No soy un tipo que estuvo siempre en la literatura y de pronto me digo que sería lindo escribir sobre fútbol. Al revés, soy un tipo apasionado por el fútbol que he tenido una práctica de escritura a través de las historietas, de trabajar en publicidad, que me parecía que me habilitaban para contar algo sobre, en este caso, fútbol”
(El Negro).

lunes, 18 de junio de 2007

UN SUEÑO CUMPLIDO.


(El ascenso de San Martín a Primera: texto publicado en Diario El Zonda de San Juan el domingo 17 de junio de 2007)


Desde el ocaso al cielo, en no sé si unos minutos o una eternidad imposible de suplantar jamás. Esas lágrimas, el abrazo interminable con mi hermano, los recuerdos que todavía no dejan de cesar, de transformarse en lo más hermoso que vivo como hincha de fútbol, no los puedo dejar al margen. El grito sublimado, el llanto eterno, el cielo en las manos, ese grito del relator que no deja de aturdirme.
Es imposible recordar cada uno de los detalles, cada momento aprisionado en ese tumulto del que nunca quiero salir. El tumulto de la ilusión, el abrazo con el desconocido. Y ahí, en ese momento, en el del suspiro y el alarido final, cuando el partido se iba, cuando la ilusión se desmoronaba, ese fuego sagrado, el gol que no quise ver por miedo. Con Brusco rompiendo los piolines y el relator que estaba de rodillas, gritando lo que jamás se imaginó. Nada, ni nadie podrá ahora contarme lo que es la felicidad en el fútbol. Nada, ni nadie me volverá a hacer recordar el momento en que casi descendemos, en el que la desidia nos tenía a los verdinegros con una amargura tremenda. Hoy, todo eso se esfumó para siempre.
Todo volvió a tener el color de lo imposible cuando Tonelotto se alzó en el área, se rompió en el aire, con el suspenso en las retinas de todo San Juan, todo el ambiente futbolero se fue por las nubes. Y suspendido en la sorpresa, sin saber qué hacer...grité, me abracé con un tipo que debe conocer más o menos toda la trayectoria de San Martín. Esperé a mi hermano que baje de la platea y no paramos de saltar, abrazados, con lágrimas en los ojos, con una emoción única, dejando de lado toda la bilis tragada tiempo atrás. El sueño se cumplió, tras largos años esperando, rogando que este minúsculo rincón del mundo llegue alguna vez a conseguir pisar ese suelo tan ansiado.
No voy a olvidar jamás esta hazaña. No voy a olvidar jamás ese mero instante de felicidad. No pienso olvidarme del día en que cumplí uno de mis dos sueños. Algo que esperé toda la vida. Y esas lágrimas...¡lo dijeron todo!!

EL PRIMERO
El gol que puso el suspenso al partido. Ese momento en que la paridad con el encuentro de ida era una realidad. Nadie presagiaba el final. Pero no pude dejar de gritarlo como lo hice siempre, como cada gol que el Verdinegro marcó en los trece años de toda su historia en la Primera B Nacional.

LA SALVACIÓN
Las caras eran el aviso fúnebre para hoy. La desazón y todos los fantamas sobrevolaban Concepción. Algunos se retiraban de la platea. Y... ¡Bruscó sacó un zapatazo enorme!!, similar al que sacó frente a Instituto de Córdoba. El malón verdinegro no podía ser parado y la esperanza resurgió de lo más hondo.

EL DELIRIO
Mis cuerdas vocales no querían más y el nerviosismo era grandísimo. No me acuerdo demasiado, pero entiendo que vi elevarse a Tonelotto, yo estaba pegado a la tela, y el rugido fue tremendo. Grité hasta más no poder. Me confundí con los demás hinchas. Y me encontré en la cancha delirando...



PABLO ZAMA.

lunes, 4 de junio de 2007

SAN MARTÍN: La ilusión que ya condena.


(Texto publicado en la revista El Superclásico de San Juan en el 2007)


Los aullidos comenzaban a hacerse sentir en un tumulto de emociones que discurrían desde Concepción hacia toda la geografía provincial. El sueño tan anhelado comenzaba a quedar al alcance de las manos como un espejismo que era tocado por primera vez. Había terminado el partido de la ilusión en Tucumán. El Verdinegro sanjuanino le había ganado por 2 a 0 al siempre difícil Santo de Ciudadela. Pero el grito todavía tenía algo de contención porque en Bahía Blanca Olimpo todavía no terminaba su partido. Era necesario que ganen los bahienses para empezar a soñar ya con todos los números a favor. La información no llegaba y el tiempo tenía la eternidad de ese tiempo subjetivo que parece nunca terminar. “Cada sueño, cada sueño en mi memoria, es como una película fatal”, decía Miguel Mateos en el recuerdo de algún hincha que ya naufragaba por el romántico tinte que tiene ir a pelear arriba, la gran posibilidad de llegar a la cima, de dejar de ser pobre para pisar por primera vez el círculo mayor del fútbol argentino.
Y el grito, la tan ansiada información llegó. Horacio Lucero disparaba desde su estudio: “Olimpo campeón!”. Y la alegría, la algarabía, el más hondo sentimiento y el más sonoro viso de emoción era disparado al cielo como un cometa descontrolado, verdinegro, con toda la ilusión del mundo.
En un partido complicado que San Martín de San Juan hizo fácil en gran parte del trámite del encuentro. Con muchos sanjuaninos que hicieron su esfuerzo para llegar a Tucumán y apoyar a su equipo. Con todos los que quedaron, expectantes, al unísono de ese gran final. El Verdinegro cumplió con lo que algunos de sus jugadores dijeron tiempo atrás: “Vamos a estar en las finales”. ¿Y Teté Quiroz? Teté, repudiado por algunos cuando se calzó la remera de técnico del equipo de Concepción, ese gran jugador emblema que tuvo Racing ya hizo historia con San Martín y sus lágrimas, al término del encuentro denotan el sacrificio y la perfección que intentó imprimirle a su trabajo.
“Estoy casi condenado a tener éxito para no ser un perro fracasado”, sigue largando Miguel Mateos, y todo cuadra, todo, en ese enjambre de hinchas que se abrazaron desde distancias remotas, en ese calor imaginario, en ese grito loco, en la posibilidad cierta de cumplir un sueño. En todo ese aroma a carnaval insoslayable el Verdinegro en una tarde que ya es histórica dejó sellada su estampa para siempre. El calendario dirá: “Sábado 2 de junio de 2007, San Martín de San Juan consigue el pasaje a la final de la Primera B Nacional por primera vez en su historia”.
Aunque lo mejor será llegar a la segunda parte de este año y cruzarse con Boca, con River, hacerle alguna canallada a Rosario Central, disfrutar de un partido frente al Pincha, hacerle goles a los Diablos y a la Academia de Avellaneda, conseguir un taquito del Canito Gómez en un atrapante partido frente a San Lorenzo. Ese idilio, tan imposible antes hoy está cerca. San Martín está en la final por el segundo ascenso. Con muchos puntos altos el Verdinegro consiguió el momento tan ansiado… pero todavía falta, todavía el postre espera por su frutilla. “El verde se va de la B, el verde se va de la B…”, casi un himno en los últimos tiempos, un anhelo que por fin puede concretarse. Y el que nunca lloró por una camiseta, ese sábado histórico disparó sus primeras lágrimas, sin entender nada, sin saber lo que pasaba, sin terminar de caer en la chance en la que se ha metido San Martín, sin presagiar todavía lo que puede ser para San Juan tener un equipo en primera división.
El que escribe tan solo espera en el rincón del onirismo más exultante que esta chance no sea desperdiciada, que tras esa tarde de carnaval quede sellado el camino a Primera del equipo de Teté. Huracán de Parque Patricios lo espera al Verdinegro para dirimir un sueño, falta poco, todo está al alcance de la mano, y si San Martín lo sabe ganar, quién sabe qué pasará en San Juan, por la cabeza de los hinchas, por el alma de los dirigentes, por la pasión de los jugadores. Falta la última puntada, y en este deporte que se considera como la sublimación de las guerras, la sensación de conseguir la gran meta será más que una guerra una reivindicación de la paz….
En la tarde del zarpazo final el gritó podrá ser el de: “Es el equipo de Teté, es el equipo de Teté, es el equipo de Teté…”

Si no se asciende se tirará todo por la borda, pero si se llega… la felicidad será eterna…



PABLO ZAMA.

lunes, 14 de mayo de 2007

Nada personal



Voces que se agitan, hombre al agua. La sien de los sobrevivientes de un naufragio epidérmico caen descotillando los suburbios inconstantes. Lo que no se entiende no se sabe. La voz es igual a lo inaudito. Nadie. Todos. La minera vende espejitos que muchos compran. Sí, los que están de este y del otro lado cavan las trincheras diluyentes de todo sentido. Los que llueven encima de cada esquina o en la coartada del hipermercado de moda. Aquellos que huelen el abismo sin pertenecer a lo trascendente, caminan por adelante de los tumultos llorando su desgracia. Y yo, fiel a un estilo que no viene, con la espada de Damocles por delante del paisaje. Yo, en este naufragio infinito, pienso y me digo que hay mucho por hacer, que tal vez no lo diga jamás o lo esté diciendo todo el tiempo. Estamos demoliendo hoteles, al costado del camino. Con una bebida en la orilla, con el rock en las entrañas, con todo lo que nunca quise, y con todo lo que estoy por querer. Persiguiendo lo increíble, dejando de lado lo que no nos es ajeno, contribuyendo así al........ espejismo?.


Pablo Zama.

sábado, 12 de mayo de 2007

El contraesclavo

dónde cae eso que no sé
el esclavo de otro sufragio
que no quiere ponerse de acuerdo
y el loco artista que tras el repudio
cree no ser nada
sentado encima de ese teclado
y los artesanos del oído
tras el cisma de la ignominia
nadie cree ni sabe ni entiende
que el que dice
pinta y escribe
canta y dibuja
escupe parte de sus vísceras
recorre el andamiaje del ostracismo
el escándalo que lleva consigo
solo por decir
solo por escuchar
la música que
pocos conocen
tan solo por pensar y hacer
lo que nadie
se anima.....

viernes, 11 de mayo de 2007

Planeta Esnob

Presidio Oeste a la noche. Gran Hermano se cae del televisor casi como disculpándose de la atrocidad que le comete a sus seguidores. Sin embargo, sigue cosechando el raiting necesario como para quedarse a vivir.
Y ahora: Presidio Oeste, después del fastidio. Me siento un rato a comprender o a intentar entender semejante aborrecimiento que siento hacia toda la parodia absurda anti cultural de la TV argentina. No parece que salga algo importante de mi materia gris casi en desuso. Pero… ¿quién dijo que esté prohibido ir en contra de la corriente? ¿Más todavía cuando el enchufe que exhala esa corriente va en detrimento de nuestra capacidad crítica y creativa? ¿Se acabaron los creativos?
En los medios ya se instaló eso de “escuelas de jornada completa”. Claro, el automatismo y la nula capacidad de pensar, de crear, nos está haciendo tocar fondo. Fondo que diluye hasta la capacidad de razonar lo que está bien y lo que está mal. Meras inoperancias de un sistema que ya no sé si es dominante o está dominado. La idea, la lectura precaria, rudimentaria y general que puede entregar este Estado amorfo de pensamiento es la de una opacidad tal que me asombra. Quienes manejan el barco prefieren dejar que el timón se perpetúe entre sus manos para dar rienda suelta a la alegría de saber que nadie más será capaz de tomar las decisiones. Se está contribuyendo a desmoronar el acto reflexivo puro, derecho de todo ser humano, de, por lo menos, preguntarse sobre la existencia. Las escuelas, hoy en día disparan su artillería fragmentada de conocimientos a un ritmo demoledor, porque poco queda acentuado y se pierde el conocimiento fundamental. Se desperdicia la capacidad y el deber de toda persona de pensar por sí mismo, en un mundo contaminado por el consumo frustrante y la televisión basura. Consumo frustrante porque, tal como lo analizan los psicólogos, se requiere, para pertenecer a este Planeta Esnob, de determinadas virtudes (más bien desvirtudes económicas y estéticas) que socavan la inclusión a la sociedad de quienes (la mayoría) no las posee.
Para ser, en este mundo, es necesario tener. Es decir, el tener reemplazó al ser, o se es de acuerdo a lo que se tiene, materialmente hablando. Se diluyó el pensamiento ético sobre lo que está bien o mal, para instalar el pensamiento fetichista de hacer lo que a cada uno le conviene. Los niños vivirán en la escuela, creyendo que la única educación la reciben ahí. Se destruyen los vínculos familiares y la posibilidad de esparcimiento creativo que genera ideas, pensamientos propios. Un niño que se ensucia en el barro puede llegar a ser mejor, y servirle más a la sociedad, que uno que nunca tuvo semejante privilegio de vivir, sino que se mantuvo en la burbuja irreal de las aulas. Digo, no está para nada mal la educación escolar, siempre y cuando los tiempos no se corrompan y los conocimientos se apliquen de manera tal que queden realmente aprendidos y aprehendidos.
¿Qué perseguimos? ¿Perseguimos la posibilidad de que el lado autodidacta de cada ser humano se pierda para siempre en abismos irresolutos? ¿Perseguimos un futuro donde los creadores (científicos, artistas, pensadores) no existan? La sociedad forjada así sería difícil de digerir, porque todos serían autómatas que persiguen la moda y comen libros, o fragmentos de libros, sin entenderlos. Leí alguna vez que desde hace algunas décadas a esta parte los genios se han acabado, no aparecieron más genios o los desperdiciamos en la nada, los maniatamos a la rutina vertiginosa y sin sentido.
Ahora los genios están viendo Gran Hermano. Y no saben que ese nombre le fue propinado a tal programa basura y vacío de contenido, por la novela de George Orwell, “1984”. Novela fenomenal que abre la mente y despierta la curiosidad creativa de pensar más allá del reducto servil en el que nos movemos. Novela paradigmática de la sociedad que hoy vivimos y que Orwell hace poco menos de un siglo ya la había pintado. Novela que, en definitiva, nunca iba a imaginar que sus renglones servirían para contribuir a lo mismo que en ella se criticaba metacomunicacionalmente.
Y los que consumen Tinelli….. ¿se darán cuenta del denigramiento moral al que están expuestos?
Autómatas venid, ese que tratáis de loco, tal vez se esté despertando, mientras vuestro bostezo eterno sigue su camino hacia el abismo.
No está demás ponerse a pensar, disponer de un tiempo para crear y recuperar nuestra capacidad crítica. Así nos daremos cuenta que el propagandismo absurdo de este penoso gobierno que hace agua por todos lados cuando intenta mostrar su lado supuestamente intelectual, está vacío. Nos dieron de comer el pasto del circo que decía: “En San Juan se adelantarían las elecciones”. Y mientras la gran mayoría de los dueños de los medios de comunicación enviaron, con micrófono y anotador, a sus periodistas a perseguir al mandamás Gioja en busca de alguna palabra sin respuesta. Mientras todo eso pasaba, está claro que desde la Secretaría de Información Pública se había lanzado semejante rumor para precisar cuál era el caudal electoral del gobernador y saber si la probabilidad de llamado a elecciones para agosto tenía el cuerpo necesario para permitir su ejecución. Si había elecciones o no en agosto no me preocupaba, lo que me preocupaba en ese momento, me sigue despertando indignación, y me llama a reflexionar, es que una gran mayoría siga comiendo pescado podrido sin reclamar al pescadero por su digno derecho a saber la verdad. “No hay que gobernar con una urna en la cabeza”. Nuestro gobernador viene expresando su ambigua frase desde hace tiempo y cada vez, sin que él se dé cuenta, se destapa el signo demagogo de su sello político. Demagogia por todos lados, pescado podrido en todas las esquinas. Y vos, que ya estarás mareado….. ¿qué pensar hacer?..... ¿Preferís cercenar tu capacidad reflexiva?, ¿o querés sobreponerte a la basura y construir tu destino como corresponde, aunque eso amerite correr demasiados riesgos por el solo hecho de pensar?.....

Pensalo.....



PABLO ZAMA.

martes, 8 de mayo de 2007

JUERGOS

“Solo la NADA podrá despertarnos de este insomnio”
(Bajo la lámpara sin llama)


fingión

onirismo

sarcasmo de la

no-vida

filantropía desecha

la esquina se torció hacia dentro



Juergo uno

La voz es seca

Y los nudillos van a estallar

Caen

Luces rojas y azules sobre al patrullero

Caen

Dos porros tirados en el pavimento

Juegan la vida

Maltratos gratuitos - niñez

Juegan a ser nada

Luces cada vez más intensas

Las esposas aprietan demasiado

Los ojos se humedecen sin decir basta

Caen

Siguen rebotando sin estar verdaderamente despiertos

Lo saben

Se abre la puerta y otra vez el encierro

Siempre el encierro

Eternamente siguiendo el camino del ocaso

Niñez

Estupefactos recuerdos

Camino

Tortuosos días bajo un sol negro

Jamás

La felicidad que no entienden porque nunca lo sabrán

Muerte

Sus vidas son números que no sirven


Juergo dos

Callejeros detrás del cisma

Logros que nunca se saben

Anonimato desgarrador

Ocultismo de vidas sin fundamentos

Aquel

Uno que piensa que todo lo ha perdido

Este

Que tiene la facilidad de sentirse lleno en la nada

Vacío

El vientre acaba de evacuar otra ilusión

El filo

La navaja ensangrentada

Hay olor a tragedia en los rostros

La bolsa

Otra evasión en el centro del alucinógeno

Viaje

Todo el tiempo y ninguna certeza sobre la vida

Transcurre el tiempo

Aquel maldito reloj acaba de apagarse

Y otra vida duerme


Juergo tres

No

Un portazo en la mejilla

El parabrisas que se seca

La moneda que no viene

El llanto

Nadie escucha el ruido de la desidia si cerca no se tiene

El frío

Los guantes del infeliz resbalan entre andariveles que oscilan perpetuos

Miedos

Pequeños rostros que no miran por el retrovisor para no saber de su pasado

El vidrio ya está seco otra vez

Al fin una moneda

La rutina y la desesperación

El fracaso y el odio a la vida

Pequeños ojos destrozan el futuro a las dos de la mañana

Dos tiros

Caen


Juergo cuatro

En los insólitos jardines de la urbanidad

Reparten estampitas sin saber que existen

O no existen para nadie

Repudio

El mal aliento que exhalan espanta al ciego social

Deberes sin terminar

Derechos sin existencia

Estampitas con esperanza

La mugre con traje recoge los desperdicios

Los diarios no hablan de ellos

Muerte en la avenida

Turno en la morgue

Sin identidad ni presagios

Caen


Juergo cinco

El contra-idilio ha terminado

La luz se ve lejos

Los cristales refractan la rebelión de nadie para con nadie

Me encierro a escuchar Charly

La puerta vista desde dentro cuela recuerdos exteriores

Qué hacer

Menos de lo que se puede

La presión oficial te hostiga

La puta es puta

El pibe molesta

El parabrisas sigue sucio

El escruchante no cambia de profesión

La muerte acecha constantemente

O la muerte ya se apoderó de ellos

Y la mugre contenta viaja en 4 x 4

Caen

Nadie los ha visto

Están en vos están en mí

Los ves en el espejo

Te siguen tiempo completo

Caen

Juego final

Muerden el polvo

Siempre

Contra la pared

Las manos atrás

Siempre

No conocen más allá

Un tiro en la sien

Amén.



prefiero aturdirme

obviando al espía

que soy yo mismo

la consciencia

de saber

que el afuera

tiene olor a podrido

y el archivo

de Dios

se llena de perplejidades

prefiero

estar atado a un cometa

vomitando las vísceras

prefiero

comerme los instantes

con esa melodía

inconclusa

magra

insalubre

inservible

que me brinda

la poesía

y no darme cuenta

que las palabras son solo eso

la escupida de lo que no podemos

el grito de lo que no tenemos

la necesidad

el padecimiento

la sociedad oculta

la suciedad urbana

incrustada en las venas



PABLO ZAMA.

(Tras la causa archivada.....)